19 octubre 2009

¿Nos odian?



"Si no podemos ser objetivos seamos transparentes." Roberto Guareschi *


Como nunca antes en los últimos meses no dejo de leer y escuchar críticas por doquier a la labor que desarrolla el periodismo, vengan de dónde vengan. Políticos, empresarios, deportistas, artistas, oyentes, lectores, televidentes y claro, periodistas, son algunos de los que se han animado a responder a la palabra de quienes integran el llamado "cuarto poder". Esto nos lleva a interrogarnos sobre la función que aquél cumple en la actualidad, y por último, a si se desarrolla con ética y responsabilidad.
El debate que se dio en torno a la ya sancionada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (la mal llamada "ley K de medios") permitió poner sobre el tapete temas que eran tabúes o que a lo sumo sólo se planteaban en círculos sociales muy restringidos.
Pero por otro lado, también se pudo escuchar a decenas de legisladores de todos los signos políticos expresar un profundo desprecio (y algunos hasta rabia u odio) hacia la función de los periodistas.
Pero en esto me gustaría realizar una breve observación: a pesar de que sea el medio de comunicación el soporte que cada periodista necesita para hacer circular sus mensajes, no necesariamente ambos son la misma cosa. Para ser más explícito: una cosa es lo que el periodista dice en un medio, y otra muy distinta, lo que el medio es "en sí mismo". Por lo general, y a pesar de estar integrado por periodistas, los soportes no son dirigidos o comandados por ellos.
Otro de los hechos que tuvieron una amplia repercusión en los últimos días fueron las palabras expresadas por el director técnico de la selección nacional de fútbol Diego Maradona luego de la clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010.
Les dijo a los periodistas presentes en la conferencia de prensa: "A los que no creyeron, con perdón de las damas, que la chupen; que la sigan chupando."
Más allá del desahogo y de lo pornográfica que resultó ser el testimonio del 10, muestra un grado de ira, bronca y hasta odio a la labor de algunos periodistas deportivos, particularmente en estos últimos meses.
Por suerte, una brisa de aire fresco se sintió con las frases de Juan Sebastián Verón ("hay que revisar todo lo que se hizo hasta el momento") y mucho más las del humilde Carlos Tévez quien remarcó que no le extraña que la pelea entre el DT y la prensa "tenga que ver con los cambios que se produjeron con los derechos por la transmisión de los partidos de fútbol argentino".
El odio nunca fue un buen consejero, carece de elementos racionales, eleva a la superficie lo más despreciable del ser humano, posee una alta dosis de venganza y puede traer resultados peores a los imaginados. Pero también es consecuencia de algo. Nadie odia sin causa alguna.
Por eso me pregunto: ¿Por qué se respira un odio hacia el trabajo del periodista? ¿Cuál es el motivo por el cual la profesión está siendo tan bastardeada? ¿Y por qué ese odio lleva a los mismos periodistas a reproducirlo y a irradiar ira a cualquiera que los critica? ¿Soberbia, resentimiento, incapaz de escuchar lo que no les agrada? Que alguien me ayude...
Como respuesta, lo más cercano que se me vino a la mano es lo que hoy Luis Majul se da "el gusto" de firmar en una nota en el diario El Cronista. La titula así: "Cómo ganarle a Kirchner la iniciativa y evitar su reelección".
No sé con que se habrá golpeado la cabeza ayer Luisito, pero estoy seguro de que eso no es hacer Periodismo.
Y creo que mientras se sigan publicando este tipo de artículos, nos seguirán odiando, se continuará bastardeando la profesión, su función social se volverá obsoleta y se le estará haciendo un favor a aquellos que quieren una sociedad sin periodistas.

* Roberto Guareschi es periodista y dirigió la redacción de Clarín entre 1990 y 2003, y la de El Cronista Comercial en 1975 y 1976.